martes, 20 de octubre de 2009

Sancionarán a quienes no respeten al consumidor

El debate toma forma. Ahora que el Poder Ejecutivo dio a conocer el último domingo el anteproyecto del código de consumo, los argumentos de consumidores, empresarios y especialistas se afilan para la discusión.
Sin duda, esta generará no solo temas sobre cómo regular la publicidad o el tratamiento (proteccionista o no) del consumidor, sino también el del aumento de las sanciones a un máximo de 700 UIT (que antes era de 300 UIT) o el de la asignación de un porcentaje de las multas generadas (no menos del 40%) a las asociaciones de defensa del consumidor.
Al respecto, no se han pronunciado aún los consumidores (ni las asociaciones que los representan, incluido Indecopi), pero la Cámara de Comercio de Lima (CCL) y algunos especialistas ya tomaron la palabra. El gremio empresarial se reunió ayer por primera vez con la comisión que elaboró el documento, pero antes de dicho encuentro criticó tajantemente el proyecto del código, al que calificó de proteccionista.
EL CÓDIGO Y EL CONSUMIDOR
Según Carolina Sáenz, abogada del estudio Rubio, es bueno agrupar las normas de defensa del consumidor y “ser un punto de partida para el debate”, pero —si no se detallan los procedimientos— podría haber algo de cierto en la afirmación de la CCL.
Si bien la idea del código es hacer que el consumidor se sienta protegido, Martín Serkovic, socio del estudio Olaechea, considera que el código contempla “mucha facilidad para que los consumidores denuncien a los proveedores sin mayor responsabilidad”.
En ese sentido, Serkovic y Sáenz coinciden en que el reto es hacer visibles las bondades del código, pues si la vigente norma de defensa del consumidor, que era bastante buena, no dio los frutos deseados, es por falta de conocimiento del consumidor.
Al respecto, la comisión que elaboró el proyecto de código sostiene que la norma es perfectible y abierta a los argumentos que expongan los distintos actores.
¿UN NUEVO INDECOPI?
La responsabilidad de Indecopi aumenta con el nuevo texto. Y es que el organismo de protección al consumidor será reconocido como la autoridad nacional de consumo, cuyas funciones se ampliarán más allá de reclamos y denuncias.
Jaime Thorne, presidente del Indecopi, mantiene su posición desde el inicio. Sostiene que su institución está bastante fortalecida y puede ampliar sus funciones y adaptarse a las nuevas disposiciones.
Punto aparte merece el tema de la regulación de la publicidad. Mientras Carolina Sáenz teme que esta norma intente manipularla, Martín Serkovic considera que el código contempla lo mismo que contiene la actual Ley de Represión de la Competencia Desleal, lo que puede generar contradicción.
Estos y otros cabos sueltos dejan entrever que el camino para ver un código de consumo consolidado aún es largo. Camino que comprenderá, sin duda, un saludable debate.
EN PUNTOS
El proyecto de código incluye nueve políticas de defensa del consumidor para ser consideradas como políticas de Estado.
Entre ellas, incluye la educación del consumidor en el programa escolar, establece estándares de calidad de productos y servicios y reconoce a las entidades de defensa del consumidor.
Se crea el fondo para la promoción de defensa de los consumidores, que se financiará con las multas que establezcan los organismos competentes.
A partir del texto, organismos especializados y representantes de gremios participarán en el debate para complementar y especificar el proyecto.

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